La Humildad Tiene Dos Caras
Si soy honesta conmigo misma debo reconocer que sí he tenido capítulos de prepotencia a lo largo de mi vida, por lo general íntimamente vinculados a sentimientos de inferioridad, fue un mecanismo de defensa que inventé y que protegió mi dignidad durante años. Esporádicamente recurro a él, aunque ya en la treintena puedo decir que casi exclusivamente en casos de emergencia. Como dije en uno de mis tweets “ Soy prepotente solo cuando lo necesito” y creo que ahora me vais a comprender. No debemos olvidar que existen dos tipos de prepotencia: La de pura raza, digámosle, que corresponde a personas que creen categóricamente que son lo más y de ahí no los mueves y por otro lado, tenemos la prepotencia estratégica, esa que sacas de la nada para más tarde volverte a casa pensando: “No tenía que haber dicho eso” Ahora que ya os he puesto en antecedentes, también sería justo decir que hoy por hoy no creo que siga siendo así, de hecho, es verdad que siento una especial responsabilidad co...