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Mostrando entradas de 2012

No Va A Servir De Nada

Hoy la protagonista en mi blog va a ser una de esas frases que tanto odio: “ No va a servir de nada”. Esos opinadores conformistas con aparentes dotes esotéricas tienen la capacidad de adivinar que aunque tú, solo o acompañado, muevas cielo y tierra por una causa nada va a cambiar. Supongo que si en el siglo pasado Clara Campoamor hubiera pensado lo mismo, hoy por hoy, las mujeres seguiríamos sin votar. Esta misma frase también les debe hacer mucha gracia a nuestros amigos de Amnistía Internacional que tanta gente liberaron de prisión y otras tantas ocasiones incluso de la muerte. Decir que no va a servir de nada es una frase de perdedor, es rendirse a la mediocridad moral e intelectual. Es una postura tan cómoda como estúpida e incluso me atrevería a tacharla de cruel. Asumo la posibilidad de que me acuséis de extremista, pero quiero ir más allá. Lo que hoy conocemos en la sociedad moderna como prototipo de buena persona es alguien que no hace daño a los demás, os confor

La Playa

Pocos placeres existen ya que no engorden o cuesten dinero. Ayer fue festivo, día de la constitución (y perdonad que lo ponga en minúsculas). Mi compañera de piso y yo tuvimos la maravillosa idea de ir a la playa. No me imagino viviendo en ningún lugar que no tenga costa. Para mí un lugar sin playa generaría la misma sensación que un asmático que saliera a la calle sin su inhalador. Adoro su imagen desde lejos, el contraste marrón y azul activa mis emociones, me ilusiona con la misma intensidad que cuando tenía cinco años. Realmente creo que es eso mismo lo que me engancha, sentada en la orilla, mientras la brisa me acaricia la melena y golpea mi tez oxigenando cada poro de mi piel siento como si nada hubiera ocurrido en estos últimos veinticinco años, seguimos siendo la misma naturaleza: yo chapoteando con los pies y ella con su vaivén y la intriga de cuánta porción de arena envolverá con la siguiente ola. Ella siempre generosa nos regala piedras de colores, conchas y caracolas.

Yo Soy Gusano

Hará unos días advertí a un amigo antes de involucrarse en un acto que yo consideraba poco ético... a lo que él me respondió: “ Sheila, en esta vida tienes que elegir, ser gusano o anzuelo” Me quedé unos minutos pensando. ¿Será ese mi problema? ¡Pude ser anzuelo tantas veces!, salir por la puerta grande, yo pude ser la mujer de hierro, yo que siempre fui el sol que más calienta rodeada de gente que me bailaba el agua. Nada me impedía ser malvada. Yo, hermosa, inteligente y con talento pude machacarte sin pestañear. Si a mí no me hubiera apetecido tú no tendrías nada de lo que te rodea, vivirías en el infierno del anonimato y de la soledad de la que yo te saqué. Sin embargo, me serví de todas mis virtudes y oportunidades para que tú también las disfrutaras. En el mismo lugar donde yo tuve que aporrear la puerta  hasta derribarla, tú te la encontraste abierta de par en par y mientras yo te sujetaba la puerta, sonreía invitándote a pasar. Yo sequé tus lágrimas, vi la magia en tu

¡Ese Periódico es Mío!

Esta mañana crucé la calle para almorzar en el bar frente a mi oficina. Pedí un montadito, me senté en la barra y miré al vacío como acostumbro, enfrascada en mis pensamientos, dejando lejos los ruidos y convirtiendo las imágenes en meros bultos que no ignoro del todo por no tropezar. De repente, el brazo de un desconocido se interpuso entre mi mirada y el vacío, apropiándose de un espacio que consideraba mío e hizo estallar mi burbuja de aislamiento. Agarró un periódico que había estado frente a mí durante toda mi espera...¿Pero dónde estaba?  Es el periódico más importante de la ciudad...¿Pero cómo no lo vi? ¡Cuánto hubiera disfrutado leyéndolo! Entonces, imaginé sus secciones, recordé aquellas que más me interesaban y...¿Cuales serían los titulares? ¡Cómo me gusta leer el apartado cultural! Quizá anunciaban algún evento importante. ¿Y los sucesos? ¿Habría pasado algo importante la noche anterior en mi ciudad que todavía no sé? Tal vez también podría haber leído una columna

Para Volver A Llorar

Eran las doce de la noche, había dormido una hora en dos días. Me recosté en la cama lenta y cuidadosamente convencida de que mi cuerpo se volvió cristal. Tuve la suerte de dormirme al instante. El reto era mantenerme inconsciente hasta que sonara la alarma que anuncia ocupaciones.  Tres horas después, como si de un bote de ketchup se tratara, la tristeza aplastó mi cuerpo para que vomitara el llanto. Abandonada en la oscuridad, ni siquiera la fuerza en mi sollozo me distrajo de mis reflexiones y recreé en mi mente lo inevitable. Sólo soy un número, alguien totalmente reemplazable, ahí estuve yo, pero podría estar otra, como otros estarán, porque las personas no buscan personas, buscan personas que les proporcionen cosas y ese día que dejes de ser el medio para su fin volverán la cabeza a ese trozo de carne con ojos en el que te convertiste una mañana. Y yo, que siempre creí en creer, que soñaba con pasiones, con amores locos que te persiguen, con amistades inquebrantables, c

¡No! A Tu Jaula De Oro

Ordenando mis viejas fotos, recordando mis luchas, aventuras que me ayudaron a ser quien soy, a veces olvido cuánto anduve. Esas fotos resucitan mis pasiones, estuve en todos esos sitios, con todas esas gentes, haciendo todas esas cosas. Por eso, cuando pronuncies mi nombre, si sientes que pesa no es casualidad. Nombres que llenan estancias, nombres que huelen a cosas que son verdad. No hablo de fama, sino de la grandeza de lo que un individuo puede llegar a representar. Por eso, cuando ellos me miran o me escuchan saben que lo que digo es cierto, y eso no se consigue en dos días. Siempre me anuncias que si yo fuera tu mujer me tratarías como a una reina y darías todo de ti. Mirando estas fotos, sé que tomé el camino adecuado. Yo no quiero ser tu mujer, quiero ser UNA MUJER. Y si yo sucumbiera al concepto de mujer  que tu me ofreces y no al que he representado hasta ahora, hubiera tirado todo mi pasado a la basura, debería quemar esas fotos sabiéndome indigna de poseerlas

Mi Dulce Descenso

Ya tengo treinta años, y con ellos llegaron mis primeras arrugas, mi seguridad, mi mirada adulta, mi miedo a la vejez, a la soledad y todas esas cosas serias a las que de más jovencita veía tan lejanas enfrentarme. El toro no viene, está aquí, sentado conmigo, celebrando mi vida, mi libertad de pensamiento, la magia de mi espontaneidad.  He aquí una mujer independiente con un trabajo y un hogar que al mirar atrás y ver que nadie le regaló nada levanta la mirada con la firmeza de un gladiador. Mis papis no me compraron un coche, ni me pagaron el carnet de conducir, si en alguna ocasión no pudiera hacer frente a mis gastos...¡Pero qué digo! Un gladiador no puede decir que no puede, o mejor dicho, no puede no poder. Eso es realmente una persona independiente, que tu plan B siga dependiendo de ti mismo. Creo que los treinta es esa edad que te define, en la que estás a tiempo de enmendar los errores de los veinte o acentuarlos pagando con consecuencias irreversibles. Es esa edad e

Invítame A Un Café

Llamadas telefónicas, emails, mensajes, conversaciones por facebook, fotos, menciones, whatsapp, twitter…No sé cómo hacer para ser cortés con tanta gente. Cada día me siento más estresada y no solo por mí, sino por los demás también. ¿Es sano que quede a cenar con una amiga y se pase toda la velada hablando por teléfono? ¿De verdad tiene prioridad la comunicación por whatsapp sobre la persona que tienes enfrente? ¿He perdido el derecho a contestar un mensaje en el momento que yo crea oportuno? Son preguntas que lanzo al aire desde la autocrítica. Yo también caí en esas redes que tanto me facilitan el camino en algunos momentos, pero que me roban calidad de vida y ocasiones de crecer en la mayoría de los casos. A veces le presto más atención a las personas por móvil que cuando estoy con ellas y darme cuenta de esto me ha llevado a pensar que no estoy enganchada a comunicarme, sino a mirar una pantalla. Calles vacías, gente sin rostro, sin voz, solo teclas, letras y emotico

A Mi Gran Amor

Hacía tiempo que me apetecía escribir sobre algo romántico, pero no lo hice porque no había encontrado algo tan auténtico como para que mis palabras pesaran como plomos, para que cayeran firme sin atisbo de posterior arrepentimiento. ¿Conocéis la clásica frase...”Te quiero más que a mi vida”? Yo jamás sentí que nadie me quisiera más que a su vida, ni siquiera igual que a su vida, ni un poquito por debajo de su vida rozando con los dedos. Sé que existen personas que creen haber sentido amor por mí, pero de lo único que estaban enamorados era del sentimiento que les generaba estar conmigo, puro egoísmo. A veces, no se sabe diferenciar, lo siento, a mí no me engañan, no pueden hacerlo porque yo sí he estado enamorada y no era eso. El amor, tal y como yo lo entiendo, va mucho más allá de intereses particulares, de hecho, alguien enamorado tiene la necesidad constante de hacer feliz al amado. Es sentir el dolor del otro como el tuyo propio o más, es la mayor de las ago

El Falso Líder

Están por todas partes. No te avergüences si tú también has sido víctima de uno de ellos. Yo lo he sido en varias ocasiones de mi vida, y las que me quedan.  Podríamos dividir a las personas en dos clases: Las que tienen dudas y las que no. En este segundo grupo reside una subcategoría potencialmente dañina en la que podremos encontrar, no fácilmente, al “Falso Líder”. El mayor de los intérpretes, aquél que siempre sabe lo que hay que hacer, elocuente, seguro, pero siempre tranquilo. El falso líder es esa persona pausada a la que no le tiembla la voz para opinar. Él, con su lógica sentenciante se apoderará de nuestras dudas. Por muy inteligente que te creas, aparecerá con sus veladas formas y pensará por ti. En este país lleno de minusválidos intelectuales y gente descorazonada, ya no existe lo lógico o lo ilógico, lo moral o lo mezquino, el falso líder lo maquillará, desvirtuará nuestra realidad e impondrá su ley. Hay varios tipos de falsos líderes: los que manip

Las Cosas Que No Se Dicen

Todavía estoy intentando averiguar por qué la gente le da tanta importancia a las palabras, aunque quizá me haya expresado mal. Me refiero a las palabras que habitan en un contexto, palabras con estado de ánimo, sujetas a acontecimientos que las condicionan. A este tipo de palabras yo las llamo sonidos, una persona inteligente jamás podría subirlas de rango. Mis labios dirán rojo, mis ojos dirán azul. ¿O acaso no sabes leer emociones? ¿De verdad piensas que la comunicación se reduce al lenguaje verbal? Mira a tu alrededor, conoce a las personas, analiza. Quizá el día que te dijeron: “Desaparece de mi vida” querían decir: “Convénceme de que eres tan maravilloso como creía que eras porque te necesito”, o cuando te dijeron:”Gilipollas” realmente querían decir:”Joder, me importa mucho tu opinión”, a veces te dicen vete, pero quieren que te quedes, y un largo etcétera que te perdiste por no saber leer. Hay personas que no paran de enfadarse y solo unos pocos son capaces de ver

Desde mi Prepotente Opinión

Si estáis leyendo este blog hay un 98% de probabilidades de que hayáis llegado hasta aquí porque me conocéis como artista, y a medida que vaya avanzando el texto pensaréis que soy una engreída y altanera compositora que si escribe algo así es porque se cree superior a los demás, y no os equivocáis. Sí, me creo superior a algunos en lo que se me da bien, de la misma manera que acepto que esas mismas personas serán superiores a mí en lo que se les dé bien a ellas. Las falsas humildades me resultan tan absurdas y ridículas como el testimonio de la clásica tía buena alegando que se siente gorda mientras luce un ceñidísimo vestido. En esta ocasión, os pido que comprendáis que yo también tengo derecho a hacer de público y así me juzguéis, y como consumidora de música últimamente me siento abatida por una vergüenza ajena, tanto por parte de los músicos, como de la masa aborregada que se conforma. Vamos a dejar aparte lo fácil, las simplonas canciones de verano, que siempre sirve

Descubriendo al Esnob

Bendito castellano, una de las incorporaciones que más valoro y agradezco a nuestra venerada Real Academia Española es la del término “Esnob”.  La palabra Esnob, heredada de nuestros compañeros ingleses a los que también les agradezco el detalle, es una de esas palabras que desahoga a partir de su existencia. El día que la descubrí todos mis males fueron a parar a ella, se acabó el desgaste, la perífrasis, esa angustia que generan algunos vacíos léxicos. Ella existe, aquí está, delante de mí. Hablemos de “El Esnob” A estas alturas del texto, o ya sabías lo que era un esnob, o espero que lo hayas buscado, y si no, aquí estoy yo para explicártelo, que el desgaste se me convierte en regodeo si tengo un lenguaje tangible que me respalde. Solo espero que sepáis perdonar lo intenso en mi definición y/o la falta de rigor. Esnob: Dícese de esos seres nauseabundos, normalmente con problemas de tipo sexual, que invierten toda su energía en intentar hacer creer al mundo que el día e

Vaya Bichos Molestos

Vinieron a mí, no los compré, ni siquiera me gustaban, no era una opción, no tuve la oportunidad de debatirme al respecto de si quería hacerme responsable de un ser vivo hasta el final de sus días. No los vi crecer, ni los eduqué. Esos pequeños seres maulladores se adueñaron de mi casa, ellos, ¡mearon sobre mi sofá! Pululaban arrogantes exentos de obligaciones, hicieron de mi casa un museo de pelo, suelo de pelo, pelo en las sillas ¡Pelo! Cierra puertas, controla ventanas, cambia arenas, pisos bajos, cables mordidos, celos, alaridos, noches sin dormir y más pelos. Y si enferman cuídalos, y me persiguen, que no hay otro sitio en la casa que donde yo esté. Me cortan el paso, se pelean, ponen posturas raras, juegan ruidosamente, saltan de pared en pared y cuando lloro me muerden. ¡Vaya bichos molestos! Un día mi compañero de piso me anunció que se marchaba y que se los llevaba...¿Acaso era pánico lo que sentí? Y aguantándome el llanto, me acerqué y grité: “No sé donde te i

Escríbeme una Carta

Amigos treintañeros, no se os ocurra ni por un instante desear tener diez años menos. Nosotros nacimos en el momento idóneo para estar al tanto de las nuevas tecnologías y para poder decir que recibimos alguna vez en nuestra vida una carta de amor, de hecho, conservo algunas de ellas. No solo amores de verano, ni amores verdaderos, ni primeros amores, no, no, no...cartas de compañeros de clase, de amigas, de familiares...¡Cartas! Nada de emails, ni mensajitos que se borran para recibir más mensajitos, ni mensajitos que se borran para que otros no lean nuestros mensajitos...No. ¡Cartas! Papel que envejece, que siente, que huele, con ese algo que solo tienen las cosas que se pueden tocar. Papel cuadriculado o en líneas, con los bordes rotos por las anillas, papel de hojas de archivador con agujeros, papel que al romperse duele, que se arruga, que espera, quebradizo, frágil, callado. ¿Y los tachones? ¡Cómo amé los tachones! El olor a tinta, ese brillo que se seca, el suspens

¿A qué saben los sentimientos?

Yo soy marioneta de Dios, también podrías llamarme persona. Yo, como tú, parto de materia orgánica susceptible a la existencia. Mi cuenta kilómetros también estuvo a cero. Yo nací pura, pasajera de esa montaña rusa en la que me embarcaron, en la que ya tenía un asiento asignado que no me dejaron elegir. Para que yo me llame Sheila Bueno García, para que tú leas esto que previamente escribí, para que yo agrupe estas palabras que representan ideas, conceptos y sentimientos, para que yo sea capaz de sentir, antes pasó algo. Como te decía, yo nací pura, yo era tú justo al nacer, antes de que lo que me rodea se apoderara de mí. Quizá, si yo supiera quien eres tú, te envidiaría, maldeciría mi suerte o tal vez tú, sabiendo quien soy yo envidies mi más preciado bien, pero para que tú puedas leer estas líneas, para que yo baile con tus emociones, domine cada estímulo, encuentre la palabra, el momento, la manera de hacerte sentir, antes de todo eso, pasó algo. Nosotros podríamos ha

¿Y si no fuera yo?

Hay días en los que me siento extremadamente bella, y miro a los hombres con esa altivez propia de la que se sabe inalcanzable, y aconsejo a las mujeres sin alma con esa maldad velada disfrazada de ternura que se afirma superior en cada frase. Con respuestas precisas, decisiones justas, aparentemente lúcidas, que solo buscan regodearse de una seguridad que no existe. Me valgo de las argucias del lenguaje, engatuso a esos pobres diablos de léxico ajustado, intuyo su impotencia. En la niñez jamás imaginaron cuánta falta le harían las palabras. Ahora yo, grandiosa, me impongo ante ellos, manejo el discurso, cambio de máscara a mi antojo, manipulo su moral, bailo con sus pensamientos…rápido, lento, llora, ríe, para, sigue…pero nunca dejan de mirarme. Están perdidos, presos de una marea verbal, presos de las olas dibujadas por las ondas de mi voz. Respiran si yo respiro, y si callo, arquean las cejas alimentando mi ego. En los días como hoy, podría mirar al mismísimo Dios frente a

Arriba el Telón

La música siempre ha sido mucho más que un hobby, ha sido mi manera de ver el mundo, y por esta necesidad de vivirla día a día, en el teatro de mi vida los papeles principales muchas veces no los han ocupado los mejores actores. Es de prever, que por este motivo la función haya fracasado. Se baja el telón, se cierran las puertas con mil y una llaves. Atrás queda el lamento, la frustración, las ganas, mis horas, mis llantos, mi esperanza. A menudo me imagino en un salón oscuro y creo escuchar voces y respiro deprisa y cierro fuerte los ojos y aprieto los puños y siento presencia. Pasado un instante, el salón sigue oscuro, y escucho el silencio, y respiro lento, y abro los ojos, y extiendo mis manos, y siento la ausencia.¡A dónde iré! Y caminé por las calles, pero caminaba lento, muy lento, que ni salir corriendo se puede cuando te pesa la pena. ¡A dónde iré! Y llamé a tu puerta con la mirada perdida, y de la puerta me deslicé al sofá, ida, exhausta, como el que evoca a un cadáver. L

Quiero Hacer las Paces

Por Syla (Publicado en el número 7 de Hip Hop Life –Marzo de 2010-) La relación no funciona. Como si de un matrimonio desgastado por los años se tratara, acudimos al hip hop pidiéndole explicaciones, recordándole continuamente todo lo que nos merecemos y todo lo que hemos hecho por él. Sumidos en ese eterno enfado, jamás se nos ocurre abandonar dicha tortuosa relación, y con tal desbarajuste de sensaciones, la pregunta no es por qué el hip hop no me da lo que me merezco, sino por qué no abandono. Yo me voy a tomar la libertad de responder a esta pregunta. La razón de que no abandonemos es que el hip hop nos ha regalado esos pequeños momentos por los que merece la pena vivir, porque siempre recurrimos a él cuando nos va mal. Porque lo necesitamos y, como en cualquier amor, nada es suficiente. Por eso os animo a que recordemos la magia de ese primer beso, lo que nos motivó a estar donde estamos cuando todavía el hip hop no era un trámite para conseguir cosas. He conocido gente, en

Una Noche Cualquiera

No necesito felicidad extrema, ni aplausos, ni que me admiren, ni bailar toda la noche, ni intercambios de palabras protocolarios para sentirme en sociedad. Quiero una copa, un taburete, sentarme enfrente de una persona auténtica que sepa quien soy. Necesito una conversación, necesito a ese interlocutor que me haga sentir que cada una de sus frases alberga el firme propósito de encontrar ese punto intermedio, esa coordenada mágica necesaria entre la realidad y la voluntad de no dañar tus sentimientos. Esas personas humildes, con clase, que a menudo pasan inadvertidas, un día se cruzarán en tu camino y solo siendo ellos mismos te harán volver a casa con la paz interior que ni siquiera tú sabías que necesitabas Gracias por una noche cualquiera, una noche tranquila, perfecta.